sábado, 23 de junio de 2012

Seminario de Hermenéutica. Capítulo 7 - Figuras Retóricas (2a. parte)




FIGURAS RETÓRICAS (2ª parte)


Alegoría
Alegoría. (Del lat. allegorĭa, y este del gr. ἀλληγορία). f. Ret. Figura que consiste en hacer patentes en el discurso, por medio de varias metáforas consecutivas, un sentido recto y otro figurado, ambos completos, a fin de dar a entender una cosa expresando otra diferente.
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En este recurso literario se utiliza una historia o una narración para transmitir verdades acerca de la realidad. Una alegoría comunica algo además de su sentido literal. A veces se define como una metáfora extendida.

Alegoría en el AT
Ningún libro completo del AT se escribió como una alegoría aunque se han interpretado alegóricamente algunas porciones como el libro de Cantares. El rabino Akiba (Aprox. 50-132 a. C.) interpretó que el libro de Cantares, alegóricamente se refería al amor de Dios hacia Israel y también eruditos cristianos siguen esa línea de pensamiento, interpretando que ese libro del AT se refiere al amor de Cristo hacia la iglesia.

Alegoría en el NT
Cristo nunca alegorizó el AT, pero sí efectuó interpretaciones alegóricas en algunas de sus parábolas, como la del “sembrador” (Mr. 4:1-20). En esta parábola, asigna un significado simbólico a los diversos elementos de la parábola; por ejemplo, la semilla representa la Palabra de Dios, y las 4 clases de suelo simbolizan las diferentes maneras en que se recibe.
También vemos que en la parábola del “trigo y la cizaña” realiza una interpretación alegórica (Mt. 13:24-30; 36, 43). No obstante, la mayoría de las parábolas no son alegóricas.
La alegoría que se emplea en la Biblia va más allá de una historia ficticia para ilustrar una realidad, de hecho en las Escrituras no hay nada ficticio, sino que se hecha mano de un tipo de alegoría de corte rabínico, tal y como lo vemos en Ga. 4:22-31, donde encontramos una alegoría convertida en doble TIPO (el tipo es una figura retórica que veremos más adelante):
(a)   Agar, la esclava, representa el pacto que se promulgó en el Sinaí y corresponde a la Jerusalén que conocemos hasta el día de hoy, misma que engendra hijos para esclavitud, pues la Ley hace esclavos (v.3);
(b)   Sara (aunque no se le menciona por su nombre), la libre, y representa al pacto de la gracia, incluido en la promesa hecha a Abraham (Gen. 12:2-3), y corresponde al monte Sion, tipo de la Jerusalén celestial, libre y madre de hijos libres.
¿Quién es esta madre, la Jerusalén de arriba, tipificada en Sara, la libre, madre de todos nosotros?
Definitivamente no es la iglesia, sino que es la Sion celestial, la ciudad capital del cielo, la eterna patria celestial, un lugar de santidad perfecta (Filip. 3:20; He. 12:22; Ap. 3:12; 21:2, 10; Is. 54:1). Ésta es la ciudad donde los santos en Cristo vivirán (Jn. 14:1-3).

El tipo
Es una clase de metáfora que no consiste meramente en palabras sino en hechos, personas u objetos en el provenir. Estas figuras son “la sombra de lo que ha de venir” a la cual se refiere el apóstol Pablo en Col 2:17.
La tipología es un método de interpretar partes de las Escrituras mediante el uso de un patrón, modelo o figura establecido por una declaración anterior que explica otra posterior.
El tipo o tipología nos sirve para interpretar el AT, a partir de una impronta, y relacionarlo con el NT.

Dicho de otro modo, el AT es el recipiente que Dios usó para colocar el contenido que habría de servir para bendición del hombre. No importando el envase sino el contenido.
Debido a los excesos y abusos cometidos al interpretar muchas porciones de las Escrituras que han parecido típicas (de tipo) en el AT, es necesario acotar lo siguiente:
  1. Es tipológico (típico o tipo), todo aquello que se manifiesta sombríamente en el AT y que se confirma en el NT.
  2. De suma importancia es saber que lo tipológico (típico o tipo) es inferior, en todos los sentidos, a la realidad que se muestra en el NT, y además, que todos los detalles del “tipo” no tienen aplicación a dicha realidad.
Nota: En la actualidad, existen sectores o grupos de creyentes que cometen una falta grave de interpretación al pasar por alto este punto, cayendo inclusive, en idolatría. Por ejemplo: Creyentes que construyen altares, bañan en aceite objetos o personas (como señal de consagración), encienden candelabros, etc.; atribuyéndole a esos rituales cierto poder, incluso salvífico. Peor aún, algunas personas cristianas creen que por medio de un nombre dado a un lugar o a una persona se obtienen ciertos privilegios o poderes.
  1. Los “tipos” no nos fueron dados para servir de base y fundamento de las doctrinas cristianas, sino para confirmar nuestra fe e ilustrar y presentarnos las doctrinas vivas a la mente.
Nota: Es común ver personas neófitas enseñando que el hombre puede pactar con Dios; que el creyente debe guardar el sábado; que el cristiano puede decidir su futuro, declarando bendición o cancelando maldiciones con su propia palabra; que el cristiano pobre o enfermo está cargando con una maldición generacional y entre muchas otras cosas que son causa de que muchos anden en pos de herejías destructoras (2 P. 2:1).

Ejemplo 1. (Jn. 1:29 comparado con Ex. 12:1-28 [Ver también Lv. 16: 5-34]).
La pascua, es un tipo de Cristo nuestro Redentor (Jn. 1:29; 1 Co. 5:6-7; 1 P. 1:18-20).
  1. El cordero no debía tener defectos, y la manera de comprobarlo era guardándolo durante cuatro días (Ex. 12:5-6). De la misma manera, la vida pública de nuestro Señor fue la que demostró su santidad (Jn. 8:46; Jn. 18:38).
  2. Una vez que el cordero pasaba la prueba, debía ser matado (Ex. 12:6; He. 9:22).
  3. La sangre debía ser debidamente aplicada (Ex. 12:7). Esto corresponde a la salvación por fe personal y refuta la falsa enseñanza de que todos los hombres son salvos por la promesa hecha en Jn. 3:16 (Cf. Jn. 3:36).
  4. La sangre aplicada de esa manera constituía, en sí misma y sin ningún agregado, una protección perfecta contra el juicio (Ex. 12:13; He. 10:10, 14; 1 Jn. 1:7).
Este tipo lo vemos resumido en Prov. 28:13 donde se nos dice:
El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
En esta pequeña porción de la Escritura se resume una de las doctrinas fundamentales y más poderosas que el hombre pudo haber escuchado jamás: La salvación por gracia por medio de la fe y no por obras (Ef. 2:8-9).
El que encubre sus pecados no prosperará;…”
Proféticamente, el escritor de los proverbios, Salomón, menciona que los rituales de machos cabríos solo encubren los pecados pero no otorgan salvación alguna a quien los practica (rituales de la Ley) Ver. He. 10:1.
“…Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Y en la segunda parte de esta frase vemos que con solo confesar nuestros pecados ante Dios (arrepentimiento profundo) y apartarnos (vivir como nos enseña Cristo) alcanzaremos misericordia (Salvación por gracia y por fe). Ver He. 4:16.

Ejemplo 2. Las fiestas judías como tipo de la 1ª y 2ª venida de Cristo.
Las primeras cuatro fiestas, que son la Pascua (Pesach), Panes Sin Levadura (Hag HaMatzah), Primicias (Bikkurim), y Pentecostés (Shavuot), nos enseñan principalmente acerca de los acontecimientos más significativos de la primera venida del Mesías (Mashiach) y la razón por la cual estos eventos forman parte importante de la redención divina del hombre.
Las últimas cuatro fiestas, que son la Fiesta de Trompetas (Yom Teruah, también conocida como Rosh HaShanah), el Día de la Expiación (Yom Kippur), y la Fiesta de las Tiendas o Tabernáculos (Sukkot), presentan una perspectiva fascinante acerca de los acontecimientos relevantes a la segunda venida del Mesías (Mashiach). 
     Nota Importante: Dos palabras importantes aparecen en Levítico (Vayikra) capítulo 23, y ambas palabras son traducidas como fiesta [en español]. En el versículo 2, la palabra fiesta es traducida de la palabra hebrea mo'ed, como está escrito: "Habla a los hijos de Israel, y diles: las fiestas solemnes (mo'ed) de Jehová...". La palabra mo'ed significa: "una cita, un tiempo señalado, un ciclo o año, una asamblea, un tiempo determinado, un tiempo preciso".
Al entender el significado hebreo de la palabra fiesta, podemos ver que Dios está precisando "un tiempo determinado o un tiempo señalado" en el cual Él está haciendo una cita con la humanidad para cumplir ciertos aspectos de la redención. De hecho, El Señor Jesucristo vino a la tierra exactamente a la hora determinada por Dios (Gálatas 4:2,4), y Dios ha determinado el tiempo preciso en el futuro en el que juzgará al mundo (Hechos 17:31).
En el versículo 6 encontramos otra palabra hebrea que es traducida como fiesta, como está escrito: "Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne (chag o Kjag) de los panes sin levadura..." La palabra hebrea chag o Kjag, que significa "festival", se deriva de la raíz hebrea chagag o kjagág, que significa: "moverse en círculos, marchar en una procesión sagrada, celebrar, danzar, celebrar una fiesta solemne". Con ello podemos ver que Dios nos dio las fiestas como parte de un ciclo que debe ser guardado todos los años, con el fin de que al celebrarlos podamos llegar a tener mayor entendimiento del plan divino de redención del mundo; el rol que el Mesías juega en la redención; y nuestra relación personal con Dios, en cuanto a la forma de crecer hasta alcanzar la madurez espiritual.
Dios NO nos dio las fiestas para que alcanzáramos la salvación a través de ellas, ya que la salvación sólo viene por fe (emunah); sin embargo, Dios las dio con el propósito de enseñar e instruir a Su pueblo con respecto a Su plan de redención y nuestra relación personal con El.
La Pascua (Pesach), la Fiesta de las Semanas o Pentecostés (Shavuot), y la Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot) debían ser celebradas en un lugar determinado (Dt. 16:2, 6, 9-11, 13-16). Este lugar era Jerusalén (2 Reyes 21:4).
Con ello podemos ver que Jerusalén era el lugar escogido por Dios para llevar a cabo los acontecimientos tan importantes que rodean el cumplimiento del plan divino de redención. Jesús murió, fue sepultado y resucitó en Jerusalén. El bautismo en el Espíritu Santo (Ruach HaKodesh) se llevó a cabo en Jerusalén. El Mesías Jesucristo regresará y posará Su pie en el Monte de los Olivos en Jerusalén (Zacarías 14:4) y Jerusalén será el centro de la atención y de controversia en todo el mundo antes de la venida del Mesías (Zacarías 12:2-3; 14:2-4).


LAS FIESTAS DEL SEÑOR SON:

1.      Pesach o Pascua, celebrada el 14 Nisán o Aviv (marzo-abril).
Ex. 12:1-14; Lv. 23:5; Nm. 9:1-14; Dt. 16:1-7.
 2.      Hag HaMatzah o Panes Sin Levadura, celebrada el 15-21 Nisan/ Aviv (marzo-abril).
Ex. 12: 15-20; 13:3-10; Lv. 23:6-8; Nm. 28: 17-25; Dt. 16: 3, 4, 8.
 3.      Bikkurim o Primicias de la Cosecha, celebrada El día siguiente del sábado (marzo-abril).
Lv. 23:9-14; Nm. 28:26.
 4.      Shavuot o Fiesta de las Semanas (Pentecostés), celebrada 50 días después de la cosecha, el 6 de Siván (mayo-junio).
Ex. 23:16; 34:22; Lv. 23:15-21; Nm. 28:26-31; Dt. 16: 9-12.
 5.      Yom Teruah o Fiesta de las Trompetas (Rosh HaShanah), celebrada el 1 de Tishrei (septiembre-octubre).
Lv. 23:23-25; Nm. 29: 1-6.
   6.      Yom Kippur o Día de Expiación, celebrada el 10 de Tishrei (septiembre-octubre).
Lv. 16; 34:22; Nm. 29:7-11.
 7.      Sukkot o Fiesta de los Tabernáculos, celebrada el 15-22 de Tishrei (septiembre-octubre).
Ex. 23:16; 34:22; Lv. 23: 33-36; 39:43; Nm. 29: 12-38; Dt. 16: 13-15.

APLICACIÓN HISTORICA DE LAS FIESTAS

1.      Pascua:                                    Liberación de Israel de la esclavitud en Egipto
2.      Panes Sin Levadura:              Salida de Egipto
3.      Primicias:                                Cruzada del Mar Rojo
4.      Pentecostés:                           Entrega de la Torá en el Monte Sinaí
5.      Trompetas:                             Sonido del Shofar / Año Nuevo judío
6.      Día de la expiación                El Sumo Sacerdote entra en el Lugar Santísimo / Perdón de los pecados del pueblo
7.      Tabernáculos:                         Entrada en la Tierra Prometida / Gran Regocijo

APLICACIÓN MESIÁNICA DE LAS FIESTAS

1. Pascua:                             Muerte de Jesús en el madero.
2. Panes Sin Levadura:       Sepultura de Jesucristo.
3. Primicias:                         Resurrección del Señor.
4. Pentecostés:                    Manifestación del Espíritu Santo (Hechos 2) 
5. Trompetas:                      Resurrección de los muertos / Rapto de los creyentes
6. Día de Expiación             Día de la Segunda Venida del Mesías (Zacarías 14:4)
7. Tabernáculos:                  El Milenio.

El símbolo
Es una especie de tipo por el cual se representa alguna cosa o algún hecho por medio de otra cosa o hecho familiar que se considera a propósito para servir de semejanza o representación. Si bien la palabra “símbolo” no aparece en la Biblia, tanto el AT como el NT son ricos en simbolismos y lenguaje simbólico.
Los símbolos, sean objetos, gestos o rituales, transmiten significado a aspectos racionales, emocionales e intuitivos del ser humano.
El símbolo universal y supremo de la fe cristiana es la cruz, un instrumento de ejecución. Para los cristianos, este horrendo objeto se convierte en una señal del amor de Dios hacia el hombre.

Ejemplos varios.
La muerte de Cristo, vista a través de la resurrección, es central en los dos rituales simbólicos más importantes de la fe cristiana: el bautismo y la Cena del Señor.
El bautismo es una imagen de la muerte, la sepultura y la resurrección de Cristo. Cuando una persona se bautiza le está diciendo al mundo que se identifica con el acto de salvación que se está representando. Esto significa que el nuevo creyente muere al pecado y resucita a una vida nueva; ahora vive para Dios y Él es el centro de su vida.
La Cena del Señor emplea elementos comunes del pan y el vino para representar el cuerpo casi hecho pedazos de Cristo y Su sangre derramada por el pecado de la humanidad.
Las parábolas de Jesús abundan en símbolos: granos, cizaña, una oveja perdida, una moneda perdida, un hijo perdido, etc.

Jesús usó un lenguaje simbólico cuando habló de Sí mismo y de su relación con las personas: pan de vida, luz del mundo, buen pastor, agua de vida y puerta.

Ejemplo 1. El Señor Jesús hizo innumerables milagros y prodigios pero hubo siete de ellos que simbolizan algo en especial, y para corroborar eso nos vamos a remitir al evangelio de Juan, veamos.
  1. Las bodas de Caná (Jn. 2:1-11). En este pasaje vemos que solo Cristo puede transformar una vida de insipidez y vaciedad a una llena de color y sabor verdaderos.
Lo curioso de este pasaje lo hallamos en el v.11 cuando leemos Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, lo que nos indica que este fue el primer milagro simbólico del Señor.
  1. La curación del hijo de un funcionario (Jn. 4:46-54). En esta segunda señal se nos enseña que solo el Señor es digno de confianza.
  2. La curación de un enfermo paralítico (Jn. 5:1-9). Aquí aprendemos que en la “casa de la misericordia” (Betesda) nadie hacía misericordia y que solo Jesús es la verdadera misericordia.
  3. Multiplicación de los panes (Jn. 6:1-15). Por medio de esta porción de la Escritura nos damos cuenta que solo Jesús puede saciar nuestra vida. Desafortunadamente la mayoría de los creyentes somos como los 5,000, que solo disfrutan de los milagros y muy pocos somos de los que disfrutan recogiendo los pedazos.
  4. La caminata sobre el agua (Jn. 6:16-21). Aquí hallamos que Jesús es el único que trae paz a nuestra vida.
  5. Curación de un ciego de nacimiento (Jn. 9:1-7). Aprendemos aquí que sólo Jesús nos hace ver con claridad.
  6. Resurrección de Lázaro (Jn. 11:1-44). Y con esta señal milagrosa el Señor cierra con broche de oro declarando que solo Él puede vencer a la muerte.



Ejemplo 2. (Ap. 12:1-2).
1Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.
Si leemos literalmente este texto y no hacemos caso a la advertencia del principio del versículo 1 (“una gran señal), inmediatamente interpretaremos mal este texto diciendo que en efecto, el texto está hablando de una mujer, pero esto no es así.
En primer lugar, la mujer es una señal o símbolo; es decir, que representa algo y definitivamente a la virgen María o de Guadalupe, no es. Eso es fácil corroborarlo comparando este texto con Gen. 37:9-11.
9Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. 10Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? 11Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.
Por medio de este pasaje paralelo nos damos cuenta que “la mujer” es el pueblo de Israel cuya estirpe o cepa se conformaba de:
  1. El sol, que representa a Jacob (Israel), padre de José.
  2. La luna, la cual representa a la madre de José.
  3. Las 12 estrellas representan a cada uno de los hermanos de José, incluido él; mismos que llegaron a ser los patriarcas de las 12 tribus de Israel.

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