domingo, 20 de mayo de 2012

Seminario de hermenéutica. Capítulo 3 - Métodos de interpretación



 MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN

Desde el primer instante en que un ser humano se dirigió a otro, mediante el uso del lenguaje, hasta el día de hoy, las leyes esenciales de la interpretación fueron, y han continuado siéndolo, un asunto práctico. La persona a quien se hablaba, siempre ha sido un intérprete en cada caso en que ha oído y entendido lo que se le decía. Por consiguiente, toda la raza humana es, y siempre ha sido, intérprete. Esto es una ley de su naturaleza racional, inteligente y comunicativa.
La mayor parte de los métodos de explicación erróneos y absurdos tienen su origen en falsas ideas acerca de la Biblia misma. Por una parte hallamos una reverencia supersticiosa por la letra de la Escritura, lo que induce a escudriñar en busca de tesoros de pensamiento escondidos en cada palabra; por otra parte, los prejuicios y suposiciones hostiles a las Escrituras han engendrado métodos de interpretación que pervierten, y a menudo contradicen, las declaraciones mas claras de las Escrituras.
La historia de la exposición bíblica, tal como se la descubre en las obras de los grandes exegetas y críticos, nos muestra los diversos métodos de interpretación que han prevalecido. A continuación las analizaremos con el propósito de que el exégeta bíblico tenga conocimiento de cada una de ellas.

Método alegórico.
Generalmente se atribuye su origen a la mezcla de la filosofía griega con las concepciones bíblicas acerca de Dios.
Éste método de interpretación se basa en una profunda reverencia por las Escrituras y un deseo de exhibir sus múltiples profundidades de sabiduría; pero se notará inmediatamente que su costumbre es desatender el significado común de las palabras y dar alas a toda clase de ideas fantásticas.
No extrae el significado legítimo del lenguaje del autor sino que introduce en él todo lo que al capricho o fantasía del intérprete se le ocurre. Como sistema, pues, se coloca fuera de todos los principios y leyes bien definidos.

Método místico.
Ésta forma interpretativa está profundamente ligada a la alegórica. Ésta enseña que deben buscarse múltiples profundidades y matices de significado en cada palabra de la Biblia. Por lo tanto los intérpretes alegóricos, muy naturalmente, caen en muchas cosas que deben clasificarse con las teorías místicas.

Método pietista.
Éste método enseña que el intérprete es guiado por "una luz interna", recibida como "una unción del Santo" (1 Juan 2: 20). Las reglas de la gramática y el significado y el uso común se abandonan, sosteniéndose que la Luz interna del Espíritu es el Revelador permanente e infalible. De aquí surgen doctrinas como el yoga y el tantra, las cuales procuran la perfección a partir de la espiritualidad interna.
Naturalmente, debiera suponerse que esta santa luz interna nunca se contradiría ni guiaría a sus seguidores a diversas exposiciones de un mismo texto, pero las interpretaciones divergentes e irreconciliables prevalecientes entre los adherentes de este sistema demuestran que la tal "luz interna" no merece confianza dado que como los sistemas alegórico y místico, de interpretación, el Pietismo admite la santidad de las Escrituras y busca en ellas lecciones de vida eterna, pero en cuanto a principios y reglas de exégesis es más ilegal e irracional.
El pietista es ley para sí mismo, de modo que su propio sentimiento o fantasía subjetivos es lo que pone fin a toda controversia. Él se establece como un nuevo oráculo, y en tanto que profesa seguir la palabra escrita de Dios, establece su propio dicho como otra revelación.

Método o teoría del acomodamiento (racionalista).
Según ella, las enseñanzas bíblicas acerca de los milagros, el sacrificio vicario y expiatorio, la resurrección, el juicio eterno y la existencia de ángeles y demonios, deben considerarse como acomodamientos a las ideas supersticiosas, las preocupaciones y la ignorancia de la época. De esta manera se hacía a un lado todo lo sobrenatural.
Rechazó la doctrina de la inspiración divina de las Escrituras y sostuvo que como el Antiguo Testamento fue escrito para los judíos, cuyas ideas religiosas eran estrechas y erradas, no podemos aceptar sus enseñanzas como una regla general de fe. Este método no solo impugnaba la veracidad del NT sino del mismo Señor Jesucristo.

Método de la interpretación moral (racionalista).
Debe su origen al célebre filósofo Kant. La prominencia que da a la razón pura y al idealismo mantenido en su sistema metafísico, conducen, naturalmente, a la práctica de hacer inclinar las Escrituras a las exigencias preconcebidas de la razón porque aunque toda la Escritura sea dada por inspiración de Dios, tiene por su valor y propósito prácticos la mejora moral del hombre sin ocuparse de las consecuencias eternas que tiene el hombre al apartarse o acercarse a las Escrituras.
Fácil es ver que semejante sistema de interpretación, que públicamente desconoce el sentido gramatical e histórico de la Biblia, no puede tener reglas dignas de confianza o consistentes. Al igual que los métodos místico y alegórico, deja todo librado a la fe o a la fantasía del intérprete.

Método naturalista (racionalista).
De todas las teorías racionalistas, la Naturalista es la más violenta y radical. Acepta la verdad histórica de las narraciones de los evangelios pero sostiene que la manera de explicarlas es asunto de opinión.
Rechaza toda agencia sobrenatural en los asuntos humanos y explica los milagros de Jesús ora coma actos de bondad, ora como demostraciones de pericia medica, o como ilustraciones de sagacidad y tacto personales, registrados en la narración de una manera característica de la época y de las opiniones de los diversos escritores. El caminar de Jesús sobre las aguas, era, simplemente, una caminata por la playa; el bote estuvo todo el tiempo tan cerca de la orilla, que cuando Pedro saltó al agua, Jesús pudo alcanzarle y salvarle desde la playa. La excitación fue tan grande y tan profunda la impresión sobre los discípulos, que les pareció que Jesús, milagrosamente, había caminado sobre las aguas e ido en su auxilio.
El milagro aparente de alimentar a cinco mil personas con cinco panes, se realizó, sencillamente, por el ejemplo que Jesús ordenó a sus discípulos que dieran, de distribuir a los que les rodeaban de las pocas provisiones que tenían. Este ejemplo fue pronto seguido por otros grupos y se halló que había comida más que suficiente para todos. Lázaro no murió realmente; sufrió un desmayo y se le creyó muerto. Jesús sospechó estas cosas y, llegando a la tumba en el momento oportuno, halló confirmada su suposición; y su sabiduría y poder, en este caso, hicieron una impresión profunda y duradera.
Se vio inmediatamente que este estilo de exposición anulaba las leyes racionales del lenguaje humano al mismo tiempo que minaba la credibilidad de toda la Historia. Por otra parte exponía los libros sagrados a toda clase de sátiras. Sólo por muy corto tiempo despertó algún interés.

Método mítico (racionalista).
Ésta teoría parte de la idea de que toda la vida llena de perfecciones y andar sobrenatural del Señor Jesucristo son solo mitos que se sucedieron a partir de hombres y mujeres que idearon de algún modo hacer que trascendiera la historia más fabulosamente contada jamás.
Esforzándose por demostrar de qué manera la Iglesia, espontáneamente, originó al Cristo de los evangelios, toda esta teoría nos deja a obscuras, sin mostrarnos causa o explicación suficiente del origen de la Iglesia y del Cristianismo mismo. La interpretación mítica no ha tenido aceptación entre los estudiantes cristianos y tiene muy pocos adeptos en la época actual.

Método apologético.
Los ataques escépticos y los racionalistas contra las Escrituras han hecho surgir un método de interpretación que podemos llamar apologético. Se propone defender, a toda costa, la autenticidad, genuinidad y credibilidad del sagrado canon, mediante el uso del raciocinio humano.
Esta corriente pretende ayudar a Dios para demostrar por medio de la razón que todos los hechos relatados en la Biblia son veraces. La intención no está del todo mal pero, querer defender la Palabra de Dios es tanto como decir que Dios requiere de nosotros para existir.
La Biblia no necesita argumentos humanos que aboguen a favor de ella puesto que en ella misma se encuentra toda la información necesaria para contestar a los pasajes que pudieran parecer oscuros o difíciles de interpretar.

Método histórico gramatical.
Distinguiéndose de todos los métodos de interpretación mencionados podemos referirnos el Histórico­Gramático como el método que más se recomienda al criterio y a la conciencia de los estudiantes cristianos. Su principio fundamental consiste en conseguir de las Escrituras mismas el significado preciso que los escritores quisieron dar. Ese método aplica a los libros sagrados los mismos principios, el mismo proceso gramatical y el mismo proceso de sentido común y de razón que aplicamos a otros libros.
El exégeta histórico­gramático dotado de convenientes cualidades intelectuales, educacionales y morales, aceptará las demandas de la Biblia sin prejuicios o prevenciones; y sin ambición alguna de demostrarlas como verdaderas o falsas investigará el lenguaje y tendencias de cada libro con toda independencia y sin temor de ninguna clase; se posesionará del idioma del escritor, del dialecto especial que hablaba, así como de su estilo y manera peculiar de expresión; averiguará las circunstancias en que escribió, las maneras y costumbres de su época y el motivo u objeto que tuvo en vista al escribir.
Tiene el derecho de suponer que ningún autor en su sano juicio será, a sabiendas, inconsecuente consigo mismo ni tratará de extraviar o de engañar a sus lectores.

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